El Manifiesto Comunista es éxito de ventas en Europa
En plena crisis económica y social europea, el "Manifiesto
comunista" de Karl Marx y Friedrich Engels se ha convertido en un éxito de
ventas para un continente aprisionado en la heterodoxia monetarista que impone
sus mandatos fundada en las hipotecas y las deudas de la burbuja financiera.
Las revisiones de la obra de Marx no sólo llegan del campo
de la economía (el análisis del capital del filósofo de Tréveris sigue siendo
complicado de refutar), sino incluso de la historia en su versión teleológica,
la más discutida en su momento.
En esta suerte de remake se ubican los libros de Slavoj
Zizek, Alain Badiou, Jean-Luc Nancy y los pensadores italianos con Toni Negri a
la cabeza, y dos pasos atrás, Franco Berardi, "Bifo", el teórico del
semiocapitalismo y la producción intelectual.
Esta recuperación de Marx para "tiempos
posmarxistas" podría leerse, en rigor, como el retorno de lo reprimido de
una política que se aplicó con fórceps donde ni siquiera Lenin sospechaba que
pudiera tener éxito: también él pensaba en una burguesía antes que en el proletariado,
y en países industrializados antes que rurales.
Pero la historia también es una disciplina imprevisible, y
la revolución, que se suponía estallaría en Alemania, Francia e Inglaterra,
terminó sucediendo en la Rusia de los zares y más tarde, en China, el sudeste
asiático y el Caribe.
Y si se dice "retorno de lo reprimido" se dice que
lo que retorna es algo que nunca sucedió, o que sucedió como una caricatura que
como en el caso de la Unión Soviética, se desgastó por atraso, por deficiencias
científicas y un sistema opresivo que se derrumbó al compás de las múltiples
amenazas y la falta de pericia de sus dirigentes, hasta la aparición de Mijail
Gorbachov.
El analista político español José María Ridao, que preparó
una nueva edición del "Manifiesto..." (de 1848), ilustrado por
Fernando Vicente, ha dado a la prensa de su país una explicación razonable.
"Puesto que Marx y Engels redactaron una enmienda a la
totalidad del sistema capitalista hoy de nuevo en crisis, puede que detrás del
inesperado éxito de la reedición del `Manifiesto...` se encuentre cuando menos
la curiosidad de revisar esa enmienda y dilucidar en qué aspectos podría seguir
vigente y constituir una esperanza para unos países que están perdiendo casi
todas".
Desesperación o esperanza, la puesta a punto de un Marx y
Engels en el mundo global no podrá prescindir de los nuevos actores sociales,
sudamericanos, antillanos, árabes, que la teoría clásica miraba con cierto
desprecio, además de considerar a la regulación estatal menos como un paliativo
que como la política posible de un momento de transición dominado por las
tecnologías de punta.
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